Los organismos denuncian inacción del Estado y reclaman justicia por los crímenes que ya son 11 en lo que va del año y posicionan a la provincia con la mayor tasa de asesinato de mujeres del país.
La procesión acongojada acompañó la camioneta blanca, para dar el último adiós a Gabriela Cruz, asesinada por su expareja en Jujuy. Antes de la aparición sin vida de la joven de 24 años, ayer una marcha de más de diez cuadras colmó las calles del centro de esa provincia del norte, donde organizaciones y vecinos autoconvocados reclamaron justicia por Cesia Reinaga, Iara Rueda y Rosana Masala. Es que en 22 días hubo cuatro femicidios, mientras que en lo que va del año alcanzan los once.
“Es una angustia tremenda, nadie da respuestas de ningún tipo, la policía no las busca y cuando lo hace es tarde. Nosotras salimos a buscarla hace una semana”, le dijo, la Multisectorial de Mujeres jujeñas, quien agregó: “Estamos ante un ´estado de mostrador´ que tiene grandes falencias en sus políticas de prevención de violencia de género, pero mucha celeridad para gestionar proyectos y protocolos vacíos de veracidad”.
Los datos del Observatorio Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) le dan la razón, porque exponen que Jujuy tiene la tasa de femicidios más alta del país. Allí se registran dos crímenes por razones de género cada 100 mil mujeres y si bien a nivel nacional hubo un aumento significativo de la violencia como consecuencia de la cuarentena -considerando que miles de mujeres han tenido que convivir con sus agresores-, en el norte argentino la violencia machista creció exponencialmente.
Por esta razón, en una declaración firmada por todas las organizaciones de mujeres de esa provincia, se denuncia, “si una niña, adolescente o mujer desaparece, la policía demora en tomar la denuncia, basándose en hipótesis prejuiciosas y que estigmatizan a las víctimas”, a la vez que señalaron la “falta” de espacios de contención psicológica y jurídica para las familias de las víctimas.
Ante los reclamos y la impotencia, hoy, Jujuy despidió a Gabriela Cruz, madre de dos niños de 4 y 7 años, que el 24 de septiembre salió a hacer unas compras y no regresó. Por el hecho, su expareja está detenido, entre los detalles escabrosos en la causa consta que el hombre de 23 años colaboró en los rastrillajes. Silvia, madre de la víctima, confirmó que hacía tres meses se habían separado “porque la relación era tóxica”.
Dos días antes, era encontrada también en Palpalá, la adolescente Iara Rueda (16), la autopsia determinó que fue estrangulada, maniatada y enterrada en un descampado del barrio 2 de Abril de esa ciudad. Por el hecho hay dos detenidos.
Mientras la niña era buscada, Roxana Mazala (31) barrio Éxodo Jujeño de la ciudad de Perico, participó de una marcha por justicia, pero el 27 de septiembre, su esposo de 36 años la envenenó y luego se suicidó.
Pero no es todo, porque septiembre había comenzado con la desaparición y muerte de Ceisa Reinaga (20) en Abra Pampa. El principal sospechoso de ese hecho tiene 14 años y es hijo de una concejal de esa localidad puneña, mientras que su padre y abuelo están detenidos por encubrimiento.
“Que se termine la impunidad y haya justicia por todas, y que no haya ni una jujeña menos”, pidió Aramayo mientras el grupo despedía a Cruz, cuyo cuerpo fue trasladado a Salta para ser cremado.
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